El verano es, para la mayoría de la gente, la estación más bonita del año. Sin duda, los largos y despreocupados días soleados desempeñan su papel en ella. La sensación del calor del sol sobre la piel es increíble. Sin embargo, sabemos que las quemaduras solares son peligrosas, por lo que es esencial utilizar cremas con factor de protección solar y ropa ligera que cubra la piel. Aun así, a veces puede ocurrir que nos quememos con el sol.
¿CÓMO NOS PROTEGEMOS DEL SOL?
La protección de la piel es esencial. Podemos elegir entre diferentes factores de protección solar (FPS), desde una protección muy baja, como un FPS 4, hasta una protección alta, como un FPS 50+. Además, podemos elegir entre cremas con filtros químicos climáticos, filtros minerales o una mezcla de ambos. Las cremas con filtros minerales y alta protección son las más aconsejadas para el uso en niños pequeños. Si usted es sensible (si tiene la tez clara e incluso pecas), considere la posibilidad de utilizar un SPF 50+ y evite el sol durante las horas más calurosas. Además, considere la posibilidad de llevar ropa ligera que le cubra la piel.
¿QUÉ LE OCURRE A NUESTRA PIEL CUANDO TOMAMOS EL SOL?
Cuando tomamos el sol (intencionadamente o no), nuestra piel tiene mucho trabajo. La exposición moderada a la luz solar directa contribuye a que la piel produzca melanina y vitamina D.
La melanina es un pigmento natural producido en los melanocitos (células especiales de nuestra piel). La melanina protege al organismo de la absorción de la radiación UV y, por tanto, protege de las quemaduras solares. Con la síntesis de melanina, la piel se oscurece. Dependiendo de la degradación de la melanina, el bronceado permanece visible de unas semanas a unos meses. Depende de la intensidad del bronceado y de su duración.
¿QUÉ SON LAS QUEMADURAS SOLARES?
Las quemaduras solares se producen cuando la radiación UV es demasiado fuerte y nuestros melanocitos no pueden sintetizar suficiente melanina para protegernos. La quemadura solar es una piel inflamada y dolorida que se siente caliente al tacto. Suele aparecer a las pocas horas de estar demasiado tiempo al sol o si se olvida actualizar el FPS. Los síntomas de una quemadura solar en la piel incluyen:
- Piel inflamada, que tiene un aspecto rosado o rojo en la piel blanca y puede ser más difícil de ver en la piel morena o negra;
- Piel caliente al tacto;
- Dolor, sensibilidad y picor.
¿CÓMO TRATAR LAS QUEMADURAS SOLARES?
Varias formas pueden ayudar cuando nos exponemos demasiado al sol:
- Date baños o duchas frías con frecuencia para poder refrescarte;
- Beber mucha agua para rehidratar las células;
- Utiliza una crema hidratante con ingredientes activos añadidos para recuperar la piel más rápidamente.
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