Los cannabinoides son las estrellas de la planta de cannabis, que trabajan en sincronía con el sistema endocannabinoide (SCE) de tu cuerpo para mantener el equilibrio. ¿Los grandes nombres? CBD (calma y equilibrio), CBG (concentración y claridad), CBN (sueño profundo) y THC (el que te coloca; no te preocupes, lo dejamos fuera). Estos compuestos ayudan a regular el estado de ánimo, el dolor, el sueño y la inmunidad, por lo que son esenciales para el bienestar diario.

No. El CBD es todo relajación, nada de colocón. A diferencia del THC, no te trastorna la cabeza, sino que te ayuda a relajarte, restablecerte y encontrar el equilibrio.

Se sabe que el CBD ayuda:

• Alivio del estrés y la ansiedad – Mantiene la mente y el cuerpo en calma.
• Dormir mejor – Favorece un descanso profundo y de calidad.
• Dolor e inflamación – Alivia las molestias y favorece la recuperación.
• Concentración y claridad mental – Elimina la niebla cerebral y mejora la concentración.
• Apoyo inmunitario – Refuerza las defensas naturales del organismo.

Sencillo. Potente. Respaldado por la naturaleza.

El tiempo depende de cómo lo tomes. Éste es el desglose:

• Aceites de CBD (gotas bajo la lengua) – Hacen efecto en 15-30 minutos para un alivio rápido.
• Comestibles de CBD (cápsulas, gominolas) – Tardan entre 30 y 90 minutos en absorberse por completo, pero los efectos duran más.
• CBD Tópico (Cremas, Bálsamos, Sueros) – Funciona en 15-45 minutos justo donde lo necesitas.

Depende de dónde te encuentres. En muchos lugares, el CBD derivado del cáñamo con menos de un 0,3% de THC es apto. Pero algunas regiones tienen restricciones, así que comprueba siempre las leyes locales antes de comprar.

Sí, puede hacerlo. El CBD afecta a las enzimas hepáticas (CYP450), que procesan muchos medicamentos. Si tomas medicamentos con receta, habla con tu médico antes de consumir CBD.

La dosis depende de tu organismo, metabolismo y para qué la utilices. He aquí una guía sencilla:

• Dosis baja (30 mg) – Perfecta para principiantes o para un alivio leve.
• Dosis media (60 mg) – Ideal para el estrés moderado, el sueño o la relajación.
• Dosis altas (más de 100 mg) – Lo mejor para el dolor crónico o la ansiedad grave.

¿Regla de oro? Empieza poco a poco, ve despacio. Ajústalo según sea necesario hasta que encuentres tu punto óptimo.

Los terpenos son las potencias aromáticas de las plantas, incluido el cannabis. Proporcionan al cáñamo su aroma característico y son muy beneficiosos para el bienestar.

He aquí lo que pueden hacer algunos de los terpenos más conocidos:

• Linalool – Favorece la relajación, ideal para dormir.
• Limoneno – Estimulante, ayuda a disipar el estrés.
• Mirceno – Sedante, favorece el alivio del dolor y el descanso profundo.
• Pineno – Agudiza la concentración, combate la inflamación.
• Terpinoleno – Energizante, antioxidante, sedante suave.
• Ocimeno – Fresco, antiinflamatorio, descongestionante.
• Humuleno – Terroso, reduce la inflamación y frena el apetito.
• Eucaliptol – Menta, antibacteriano, potenciador cognitivo.

Dato curioso: Terpenos + cannabinoides = sinergia. El efecto séquito se traduce en una mejor absorción, mayores beneficios y mejores resultados.

No todo el CBD es igual. Esto es lo que separa a los buenos de los grandes:

• Probado en laboratorio – Garantiza la pureza y la potencia. Sin conjeturas.
• Ecológico y certificado– Mayor calidad, sin basura.
• Marcas transparentes – Ingredientes claros, abastecimiento claro, sin secretos.

Conclusión: Conoce lo que metes en tu cuerpo. La calidad importa.